- En una muestra de amor, Erick, su hermano de 19 años decidió hacerse los estudios; y una vez que fueron positivos para la donación, no dudó en ofrecerle una esperanza de vida.
Toluca, Edo. Méx.- 3 de Diciembre 2013- Médicos del Hospital para el Niño, del Instituto Materno Infantil del Estado de México (IMIEM), realizaron un trasplante exitoso de riñón a un menor de 15 años que fue diagnosticado con insuficiencia renal crónica terminal, lo que además de otorgar una esperanza de vida al menor, este nosocomio podría obtener su certificación para trasplantar a otros menores en la misma situación sin tener que canalizarlos a otras instituciones y evitar las listas de espera.
El secretario de Salud, César Gómez Monge, resaltó este logro, el primero en la gestión del gobernador Eruviel Ávila Villegas, y el tercero en 45 años de la creación de este hospital. Los dos primeros casos se registraron en 2010.
“El gobernador Eruviel Ávila otorgó todas las facilidades para que a través de la Secretaría de Salud se realizaran los trámites, estudios y medicamentos previos a la cirugía y nos da mucho gusto que haya sido un éxito, que ahora tenga salud y pueda disfrutar de la vida”, dijo.
Gómez Monge visitó en el hospital a Omar, quien se encuentra totalmente recuperado y listo para ser dado de alta, y le llevó un obsequio en reconocimiento a su disciplina en el seguimiento del tratamiento, que ha permitido que sea un éxito.
El director del IMIEM, Eduardo Chávez Enríquez explicó que un equipo interdisciplinario de médicos especialistas participó en el proceso para llevar a cabo este trasplante, algunos para la preparación del paciente y otros para la cirugía que se practicó al menor la semana pasada.
“Es el primer trasplante que realizamos este año. Tenemos un promedio de 15 a 20 pacientes con insuficiencia renal y estamos trabajando para acreditar al hospital en trasplantes renales y realizar como meta uno cada mes, sin tener que canalizarlos a otras instituciones y evitar las listas de espera”, comentó.
El nefrólogo Edgar Armando Herrera Arellano, encargado del seguimiento a Omar, indicó que el adolescente recibió atención médica y rehabilitación de diálisis peritoneal durante más de un año, cuando los estudios revelaron que sus riñones no se habían desarrollado.
“Le fue colocado un catéter de tenckhoff y recibió rehabilitación de diálisis peritoneal; Omar siempre fue muy apegado a las indicaciones médicas, siguió tanto la dieta como los medicamentos al pie de la letra, y gracias a eso pudimos mantenerlo en la mejores condiciones para el desarrollo del protocolo del trasplante”, dijo.
Fue en mayo pasado cuando Omar empezó a sentir los síntomas. Tenía mucho sueño y no quería hacer nada, sentía mareos y presentaba constantes vómitos. El diagnóstico fue trágico para la familia Juárez, habitantes del municipio de Capulhuac.
“Cuando nos avisaron de la enfermedad de mi hijo todo se nos derrumbó”, comentó Yolanda Ramos, madre del pequeño.
Para Omar, quien cursaba tercero de secundaria, fue un cambio de vida dejar los libros y las tareas para someterse a estudios y sesiones de diálisis. Perdió el ciclo escolar.
Antes de su enfermedad su anhelo era ser profesor, ahora aspira ser nefrólogo, para ayudar a otros pequeños que padecen de insuficiencia renal crónica.
“Me cambió la vida, ahora valora más a mi familia y por supuesto estoy eternamente agradecido con mi hermano, quien me donó su riñón y es como si me hubiera regalado la vida. A los médicos les doy las gracias por su ayuda, en especial al doctor Armando quien me ha cuidado y ahora quiero ser nefrólogo como él”, dijo el adolescente.
Para los enfermos de insuficiencia renal el único tratamiento curativo es un trasplante de riñón; lo demás son tratamientos paliativos. Eso lo sabía la familia; por eso Sergio y Yolanda, padres de Omar, se realizaron las pruebas necesarias para ser donadores de su hijo; sin embargo, los resultados indicaron que no eran compatibles.
En una muestra de amor, Erick, su hermano de 19 años decidió hacerse los estudios; y una vez que fueron positivos para la donación, no dudó en ofrecerle una esperanza de vida.
“Yo decidí donarle mi riñón, no tuve miedo; mis padres me agradecen lo que hice, pero yo les digo que no tienen que darme las gracias porque lo hice porque lo quiero mucho, es mi hermano, el más pequeño y con esto le demuestro mi cariño”, expresó.
Erick, quien tampoco tuvo complicaciones en la cirugía, ya fue dado de alta y aseguró que en enero próximo regresará a la universidad donde cursaba el tercer semestre de la carretera de Administración Hotelera Turística, además de que planea seguir practicando el boxeo, su deporte favorito.
Los padres de Omar agradecieron la atención que les brindó el Hospital del Niño, así como a las facilidades del gobierno estatal por el apoyo otorgado para el trasplante de riñón, ya que se le ha devuelto a su hijo nuevamente la salud y sin pagar los costos del tratamiento y la cirugía, que tan sólo por los honorarios, es de al menos 500 mil pesos en un hospital privado.
“Con este trasplante que se le hizo aquí en el hospital y gracias a mi otro hijo que le donó su riñón, estamos otra vez felices porque fue un trasplante exitoso“, dijo Yolanda.
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