La reciente designación del candidato oficial del PRD en el estado de México, ha causado la indignación de algunos de los aspirantes, quienes en reiteradas ocasiones han acusado que el método de selección no fue el más idóneo, en especial uno de ellos, Javier Salinas diputado local plurinominal con licencia quien se pronunciaba por que el método de elección fuera el que se había proyectado, votación directa. Sin embargo el partido conociendo sus limitaciones decidió evitar eso y le apostó a elegir mediante una encuesta de posicionamiento.
La decisión afectaría a los candidatos que hubieran tenido una pésima campaña de posicionamiento, de aquí los reclamos, incluso acusaron de cargar el proceso en favor de Juan Zepeda Hernández quien realizó un despliego publicitario impresionante que no solo le permitiría ser el más ubicado entre los perredistas, si no también, darle mayor posición entre los mexiquenses. La estrategia funcionó e incluso él ya era considerado por las encuestas de opinión entre los 4 principales contendientes a pesar de aún no ser designado por su partido.
Pero ¿Qué llevó al CEN a elegir a Juan Zepeda?, la respuesta es obvia, el presentaba mejor aceptación entre los encuestados quizás por eso se ganó la aprobación de 16 de 24 consejeros, quienes vieron una mayor probabilidad éxito mediante esa decisión. En números reales, indiscutiblemente Zepeda Hernández tuvo una gran ventaja sobre los otros aspirantes, 24% de los encuestados lo confirman.
El endeble argumento de Nueva Izquierda
Salinas Narvaéz por medio de una simulación de elección realizada en Valle de Chalco el pasado 12 de marzo, intentó hacer creer que la tendencia era él, pero fue evidente su manipulación desde un principio pues sólo participó una sola corriente: Nueva Izquierda, y fue a través del grupo llamado FAAP adherido a NI que se realizó con sus estructura política, la cual forma parte del gobierno municipal perredista de esa localidad. Un intento predecible si tomamos en cuenta que Valle de Chalco es el bastión Nueva Izquierdista. Y aún con todo el control de ese ejercicio, tan solo tomaron en cuenta un 8% del padrón vigente de la localidad.
Origen del problema
No es algo desconocido para nadie, pero la aceptación del PRD está en números alarmantes y es que la corriente que ahora dirige el CEN de ese partido, no se ha distinguido por tomar las mejores decisiones para sus simpatizantes y militantes, de hecho, lo que es evidente son sus amarres en lo oscurito con otras fuerzas políticas y no precisamente con las de izquierda.
Lo que viene
Esta oportunidad que tiene el PRD para corregir errores del pasado puede funcionar, pero antes de eso, tendrán que lidiar con la disidencia del grupo Nueva izquierda el cual no votó por lo mejor para el partido, sino más bien por cuestiones de alineamiento a su grupo afin representado en sus 6 votos por Javier Salinas, en cambio lDN y Foro Nuevo Sol si que privilegiaron al proyecto mejor establecido, otros 2 votos más se fueron a la basura al ser abstenciones.
Aunque esta decisión ya ocasionó una ruptura visible al interior del partido, no es tan complicado como lo que representa recobrar la confianza ciudadana, misma que ha disminuido con el pasar de los años y que podría costarles la aceptación final entre los mexiquenses.
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