- La secretaria de Desarrollo Social convivió con voluntarias y beneficiarios del comedor comunitario de Ganzdá, en la zona otomí del Estado de México, así mismo supervisó el funcionamiento del Centro Integral Demostrativo "Un Kilo de Ayuda", donde se promueve el desarrollo infantil temprano de menores otomíes.
Toluca, Edoméx.- 10 de Julio del 2015-
En la localidad
de Ganzdá, habitada en su mayoría por familias indígenas otomíes, la secretaria
de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, afirmó que los programas
sociales llegan a donde jamás habían llegado y atiende a quienes nunca habían
sido atendidos, principalmente niñas y niños quienes ahora no sólo tienen garantizada
su alimentación sino un impacto nutricional adecuado para su sano desarrollo.
En
esta pequeña localidad de la zona noreste del Estado de México, considerada de
alto rezago y marginación, acompañada por el delegado de la Sedesol, Edmundo
Ranero Barrera y por el secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado
de México, Arturo Osornio Sánchez, la titular de la SEDESOL supervisó el
funcionamiento de uno de los 20 comedores comunitarios que funcionan en este
municipio, al cual diariamente asisten un promedio de 100 personas para recibir
dos comidas calientes como parte de las acciones que la Cruzada Nacional contra
el Hambre.
Aquí,
donde trabajan de manera coordinada la SEDESOL, el Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y organizaciones de la sociedad
civil, la funcionaria federal escuchó a José Ignacio Ávalos, presidente de
"Un kilo de Ayuda", informar que hoy los apoyos de la política social
sí llegan a los sectores más vulnerables del país.
“Gracias
a la buena ejecución de la política social, ha migrado nuestra misión, porque
lo que ahora queremos es lograr niños brillantes, no sólo altos. La misión de
“Un kilo de Ayuda” lo permite porque los apoyos ahora sí están llegando, por lo
que para 2017 se pretende no manejar alimentos, sino reenfocarse
institucionalmente a temas de lactancia, crianza, anemia y acompañamiento a las
mamás para garantizar un desarrollo adecuado de los menores de edad”.
La
Secretaria Robles Berlanga escuchó de las voluntarias que atienden el comedor
comunitario cómo se alimenta a menores de edad, mujeres embarazadas, adultos
mayores, personas con discapacidad y, por acuerdo de la asamblea del pueblo, a
estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria.
La
coordinadora microrregional de la SEDESOL en el Estado de México, Tamara Cruz
Calixto, explicó que el comedor comunitario comenzó a funcionar el 2 de junio
de 2014, "en un cuartito de 3 por 1.5 metros", pero gracias a los
recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social hoy tiene un
edificio moderno de concreto, de 180 metros cuadrados, con piso de loseta,
cocina, refrigerador, bodega, baños, mesas, sillas, platos y cubiertos
suficientes.
El
comedor comunitario de Ganzdá, -continuó- tiene 20 voluntarias otomíes de la
comunidad, quienes formaron equipos de cinco cocineras, a fin de que esté una
cada día de la semana, a donde llegan a las seis de la mañana y se van después
de la seis de la tarde. Así, los otros días pueden realizar actividades en sus
casas o en el campo.
Por
su parte el investigador Abelardo Ávila Curiel, del Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", afirmó que "hoy
el tema del hambre se reconoce, se mide y se enfrenta con el concurso de la
sociedad, y éste es un cambio fundamental que permite ir a fondo en la solución
del problema".
Destacó
que gracias al trabajo del Gobierno de la República se elaboró el Modelo
Integral de Desarrollo Comunitario (MIDECOM), una propuesta innovadora que se
aplica de manera piloto en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Estado de México, para
vigilar que la alimentación no solamente llegue a quienes más lo necesitan,
sino que cuide el impacto nutricional en las comunidades.
Anunció
que en los próximos días se dará a conocer el MIDECOM a instituciones y gobiernos
estatales para que las niñas y niños estén protegidos con un enfoque de
derechos, con todos los cuidados y recursos para su sano desarrollo.
"Queremos que los niños no solamente estén alimentados, sino que tengan un
desarrollo pleno, que jueguen, sean felices y disfruten de este país que les
pertenece".
En
su recorrido por la comunidad de Ganzdá, la Secretaria Robles Berlanga visitó
el Centro Integral Demostrativo "Un kilo de Ayuda", donde se promueve
el desarrollo infantil temprano, el cual generará un mayor rendimiento de
capital humano a corto, mediano y largo plazo en diferentes esferas: mejor
estado de nutrición, mayor desarrollo cognitivo, mejores competencias
socio-emocionales y mayor grado de escolaridad, entre otras.
0 comentarios:
Publicar un comentario