- Eliminar discrecionalidad y favorecer respeto a derechos humanos indispensable en las prisiones: BDC
Toluca,
Edoméx.-
28 de
septiembre del
2016-
El
respeto a los derechos humanos en el sistema penitenciario, no
solamente es un imperativo para cualquier sociedad, sino que
representa el grado de democratización de un Estado, de acuerdo con
los avances del proceso penal y
una correcta impartición de justicia que garantice las
prerrogativas de las personas privadas de su libertad, afirmó
Baruch Delgado Carbajal.
Durante
la presentación del libro “Juez de Ejecución de Penas, la
Reforma Penitenciaria Mexicana del Siglo XXI”, resaltó la
necesidad de favorecer el tránsito de un modelo de ejecución penal
a cargo de la autoridad administrativa, a otro de carácter
jurisdiccional, ya que esa figura elimina discrecionalidad y
garantiza mayores beneficios de preliberación o remoción de penas,
que podrían disminuir la sobrepoblación y hacinamiento que se
registra por privilegiar la prisión preventiva.
Delgado
Carbajal enfatizó la necesidad de avanzar en figuras que den mayor
certidumbre y protección a los derechos fundamentales de los grupos
en situación de vulnerabilidad, como quienes están privados
de su libertad. Aún falta consolidar el sistema de reinserción
social, basado en el respeto a los derechos humanos; trabajo,
capacitación, educación, salud y deporte.
En
el ámbito de la justicia penal, queda a prueba el principio de
legalidad, una de cuyas manifestaciones es la labor del juez de
ejecución, que refleja el compromiso ético del Estado, y muestra
que debe promoverse la recuperación social y moral del ser humano
que cometió un delito, pues aún cuando esto sea grave, no deja de
ser necesario rescatarlo y reinsertarlo a la sociedad.
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