- Por: Maricela Serrano Hernández
El 7 de junio de cada año, desde 1951, en nuestro país se conmemora el día de
la libertad de expresión y quisiera aprovechar la oportunidad para hacer
algunas reflexiones sobre el tema, pues para mí es uno los más importantes
sobre el que debemos generar conciencia y tomar acciones concretas.
Todos sabemos que la libertad de expresión es un derecho fundamental consagrado
por el Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que junto
con sus derivaciones (la libertad de información y la libertad de prensa) sirve
como impulsor de todos los demás derechos humanos.
En ese sentido, la libertad de expresión debe ser garantía de nuestra
democracia (que si bien aún tiene muchos problemas, debemos trabajar todos para
hacerla en una verdadera y auténtica democracia) y hoy más que nunca el respeto
a este derecho no sólo debemos defenderlo entre todos, sino que debemos
empeñarnos en ejercerlo.
Cierto es que la libertad de expresión es la garantía que tenemos los mexicanos
a disentir, a cuestionar y a opinar libremente sobre lo que queramos (religión,
política, cultura, deportes, negocios, economía, etc.) sin que haya quien nos
limite o nos calle. Sin embargo, también tiene sus límites, pues el derecho de
una persona llega hasta donde comienza el de otra, es decir, “el derecho al
respeto ajeno” como dijera el Benemérito de la Américas. De otra manera cada
quien apelaría solamente al derecho individual y mandaría al cuerno el derecho
de los que lo rodean.
¿Qué quiere decir esto? Que al mismo tiempo que todos podemos expresar todas
nuestras opiniones por más diversas que sean, todos debemos esforzarnos por
expresarlas en un marco de respeto y tolerancia, ahí es donde más nos hace
falta trabajar y crear conciencia entre toda la población.
Por ejemplo, en las redes sociales donde cada quien está en la libertad de
expresar lo que quieran y como quieran, varios olvidan ese respeto y esa
tolerancia para quien piensa diferente. Con mayor razón en estos días de
campaña donde cada quien está en la libertad de expresar su apoyo al partido
y/o candidato de su preferencia, puede discernir de las propuestas de quien no
es simpatizante, pero cada opinión debe ser expresada en este marco.
Por eso mi invitación a todos los candidatos, partidos, equipos de campaña,
simpatizantes o militantes de las diversas corrientes políticas es que pongamos
de nuestra parte, ayudemos a crear espacios de comunicación más amables y donde
haya una verdadera libertad de expresión en el marco del respeto y la
tolerancia. Estoy segura de que entre todos lo podemos lograr.
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