- La CODHEM llama a prevenir la violencia contra menores como efecto del confinamiento doméstico.
Reporte Escarlata
Toluca, Edoméx.- 25 de mayo del 2020- En México, seis de cada diez niños, niñas y
adolescentes sufren métodos de disciplina violentos por parte de sus padres,
madres, cuidadores o maestros, que vulneran su derecho a una vida libre de
cualquier tipo de violencia, informó la jefa del Departamento de Promoción y
Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Comisión de
Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Estefanía Pérez Jiménez.
En el marco de la capacitación virtual brindada
acerca de la “Prevención de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en
el encierro, por la contingencia sanitaria”, la especialista señaló que es
fundamental estar pendientes del estado emocional de las y los menores, pues en
situaciones estresantes como la pandemia por COVID-19, pueden presentar
dificultad para dormir, pesadillas, enojo, angustia o miedo, debiendo recibir
la atención necesaria de los adultos que los rodean.
Expuso que muchos niños y niñas viven violencia
dentro de casa en formas tan simples como un manotazo, un grito, acciones que
suelen justificarse como formas de disciplina, pero que tienen un impacto
negativo en su desarrollo personal y autoestima; por tanto, es fundamental
mantener la calma, tener paciencia y comunicarse respetuosamente con los
menores, sobre todo los adolescentes.
Pérez Jiménez afirmó que ningún tipo de violencia
es justificable y que los Estados tienen la responsabilidad primordial de hacer
valer los derechos de niñas y niños a la protección y al acceso a los
servicios, además de fortalecer la capacidad de las familias para proporcionar cuidados
en un entorno seguro, que supere cualquier forma de vulnerabilidad como son la
edad, el género, la raza, el origen étnico, la discapacidad o la condición
social.
Indicó la importancia de que madres y padres de
familia sean física y mentalmente saludables, para estar en capacidad de
brindar el trato y la atención que necesitan sus hijas e hijos; además, en una
situación extraordinaria como la que se vive actualmente, se pueden afianzar
los lazos familiares y prevenir la violencia, aprovechando para conversar con
ellos, escucharlos y explicarles con claridad lo que ocurre para que recuperen
la tranquilidad.
Otra forma de violencia es la que los mismos
menores ejercen contra los adultos, sobre todo hacia las madres; y también
puede darse entre hermanos, simplemente por no ponerse de acuerdo por
diferencia de edad, o cualquier otra causa; poniendo en riesgo la necesaria
armonía para una sana convivencia familiar.
Explicó que la violencia afecta la estabilidad,
calidad de vida, la salud y el desarrollo psicológico del receptor, quien
también se torna violento y puede presentar depresión, tristeza, miedo,
inseguridad, apatía, ira, baja autoestima, bajo rendimiento escolar, angustia,
desesperación, drogadicción y lesiones, entre otras consecuencias.
La instructora especializada de la CODHEM
recomienda dar libertad y comprensión a niñas, niños y adolescentes para
estudiar en casa; dejar que expresen sus ideas, opiniones y gustos en público o
privado, en forma oral o escrita, sin que se les humille, ridiculice o se les
calle violentamente; además, es su derecho y obligación de padres o tutores
proporcionarles alimento, vestido, vivienda, cuidado, protección, afecto,
tiempo y apoyo en sus estudios.
Consideró
que la tarea escolar que los infantes deben realizar actualmente en casa, y las
recurrentes fallas en el funcionamiento de las plataformas en las que reciben
clases, aunado a que madres y padres también trabajan de manera virtual, llega
a generar tensión en los adultos, por lo que es importante hablar, ponerse de
acuerdo, establecer rutinas, respetarlas, tomar descansos y repartir
equitativamente las labores del hogar para evitar actos de violencia
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