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ISEM promueve campañas preventivas y de información

  • Obesidad, factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. 
Toluca, Edo. Méx.- 11 de Junio 2013- La obesidad es el principal factor de riesgo modificable para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la Diabetes Mellitus tipo II y los padecimientos cardio y cerebro vasculares, por lo que hoy en día se ha convertido en un problema de salud pública, pues está asociada con la pérdida del bienestar físico y con el incremento de la demanda de los servicios de salud, afectando, además, el desarrollo económico y social de los mexicanos. 

Al respecto, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) realiza acciones preventivas, que de acuerdo con la estrategia nacional impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, busca reducir significativamente la obesidad y diabetes en nuestro país, a través de un tratamiento multidisciplinario el cual involucre al médico, nutriólogo, activador físico y psicólogo, modelo que aborda todos los factores que detonan la aparición de esta enfermedad. 
Con base en los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012), actualmente 7 de cada 10 adultos mexicanos (más de 49 millones) y 1 de cada 3 niños de 5 a 19 años (alrededor de 12 millones) presentan peso excesivo. 
En lo que respecta al Estado de México, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en menores de 5 a 11 años es de 30.8 por ciento, y en niñas de 32.3 por ciento; mientras en adolescentes varones de 12 a 19 es de 33.6 por ciento y en mujeres el porcentaje es de 35. Estas cifras se elevan en los adultos, pues el 75 por ciento de las mujeres presentan este problema más que los hombres. 
En la suma de esfuerzos para prevenir esta pandemia de prioridad nacional y por instrucción del Secretario de Salud, César Gómez Monge, el ISEM realiza una campaña informativa y preventiva dirigida a los padres de familia a través de un programa denominado “Lonchera saludable”, con sugerencias para promover una cultura de hábitos alimenticios sanos en los niños. 
Algunas recomendaciones son: la disminución del consumo de azúcares, sodio, grasas saturadas y trans, alimentos con alta densidad energética y bebidas con aporte calórico (principalmente las azucaradas); asimismo, se sugiere aumentar el consumo de agua simple, frutas, verduras, leguminosas y cereales de grano entero. 
También es importante consumir los platillos preparados con técnicas como asado, al carbón, a la plancha o empapelados en lugar de fritos e incrementar la actividad física. Además, es recomendable acudir a profesionistas de la salud para una valoración médica y nutricional personalizada. 
De acuerdo con las autoridades estatales de salud, se requiere de una regulación, diseño, evaluación de programas y una adecuada inversión de recursos para contener el grave problema del sobrepeso y la obesidad en México, por ello diversas dependencias y entidades públicas, conjuntamente con la industria de alimentos y bebidas, han sumado esfuerzos en el marco de un objetivo común y responsabilidades compartidas. 
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