- El 09 de octubre de 1967, Ernesto Guevara de la Serna "El Che" fue asesinado, a la víspera cayó preso en Bolivia.
Jorge
Treviño/El Escarlata
Zona Oriente, Edoméx.- 9
de octubre del 2018- En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán quien
relató del siguiente modo los últimos instantes del Che Guevara:
Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al
coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se
puso furioso. Así es que fui. Ese fue el peor momento de mi vida. Cuando
llegué, el Che estaba sentado en un banco.
Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la
cabeza sin responder. Entonces me preguntó: ¿Qué han dicho los otros? Le
respondí que no habían dicho nada y él contestó: ¡Eran unos valientes! Yo no me
atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus
ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente,
me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el
arma. ¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!.
Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y
disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo,
se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé
la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya
estaba muerto.
Sin
embargo, desde ese aciago 09 de octubre de 1967, su figura se agiganta por la
inspiración de rebeldía en todas las generaciones que han conocido de la lucha
contra la tiranía, así como su pensamiento promotor de intransigencia positiva.
La indomable actitud combativa del Che quedo registrada en su ya
universal frase "Hasta la victoria siempre".
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