- La legisladora señaló que en pleno siglo XXI las cosas no han cambiado, el reflejo de una sociedad machista, -dijo- se puede palpar con los fenómenos sociales y delincuenciales en nuestra entidad.
Reporte/Escarlata
Toluca, Edoméx.- 17 de abril
del 2019- La vida de sor Juana Inés de la Cruz y su legado “nos obliga a
asumir el compromiso de abatir cualquier acto de discriminación y violencia en
contra de toda persona; de no permitir que el rezago, la indiferencia o la
desigualdad menoscaben el talento de cualquier niña, de cualquier mujer o de
cualquier ser humano”, aseveró la legisladora María Elizabeth Millán García en
ocasión el 324 aniversario luctuoso de la poeta.
La diputada del Grupo Parlamentario de MORENA dijo que la vida de
la mexiquense obliga también a reflexionar sobre las innegables conquistas
conseguidas por las mujeres “desde esa época oscurantista en que una mujer
nacida con alas en el pensamiento era juzgada y obligada a cortarlas, hasta
nuestra época, en que las oportunidades de conseguir instrucción y ejercer
nuestros talentos ya están, por lo menos, reconocidas en la mayoría de los
países del mundo, incluido el nuestro”.
Agregó que “hoy, en pleno siglo XXI, las cosas no han cambiado; el
reflejo de una sociedad machista se puede palpar con los fenómenos sociales y
delincuenciales en nuestra entidad: violencia dirigida hacia las mujeres en
cualquiera de sus manifestaciones, física, laboral, y sexual, son cotidianas, a
pesar de que estas conductas son la antesala de los feminicidios, que ocurren
motivados por el odio al género femenino”.
Al
relatar algunos de los momentos más significativos de la vida de la Décima Musa
y recordar algunas de sus principales creaciones literarias, acotó que fue una
mujer producto y víctima de su tiempo y de una sociedad represora y temerosa de
la inteligencia de una mujer. “No fue, como creen muchos, una mujer que desafió
a los modelos imperantes, sino que simplemente anheló ser ella misma y realizar
su potencial intelectual”, precisó.
Recordó
también que, en el siglo XVII, época en la que se desarrolló el talento
prolífico de Juana de Asbaje, existían dogmas religiosos que impedían a
cualquier mujer cultivar su intelecto. Fue víctima de los obstáculos de su
tiempo, insistió, pero a pesar de todo, su espíritu incansable y su deseo por
regalarle al mundo algo de sí permitió que su obra se haya trasmitido a muchas
generaciones, trascendiendo fronteras y dejándola como herencia para la
humanidad.
Elizabeth Millán exhortó a sus compañeros a no dejar “morir la
oportunidad que se nos presenta, y tengamos visión y voluntad de gigantes.
Nuestro país, nuestro amado estado nos demandan integridad, fortaleza, pasión,
ideales; hombres y mujeres con amor por su patria, con amor por su estado, con
entereza, capaces de construir las condiciones de bienestar social, capaces de
transformar la realidad de quienes anhelan un cambio con la esperanza de una
vida mejor”.
Recordemos,
concluyó, que través del trabajo legislativo “podemos responder a la solicitud
histórica de equidad, igualdad y seguridad social, enalteciendo los valores de
la persona, mediante la instauración de un orden seguro y estable que permita a
todos saber a qué atenerse, y que delimite las esferas de lo posible, lo lícito
y lo obligatorio, en la esfera de libertad conveniente a su dignidad”.
Juana
de Asbaje y Ramírez nació el 12 de noviembre de 1648 y murió el 17 de abril de
1695.
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