- Son grupos de danza tradicional trasmisores de la cultura y cosmovisión de los pueblos originarios.
Reporte Escarlata
Acambay, Edoméx.- 25 de marzo del 2021- La música del huehuetl y el teponaztli se confunden con cada paso adornado por los coyollis (cascabeles) de los danzantes, mientras la flauta o “tlapitzalli” acompaña cada movimiento.
Con casi 25 años de
existencia, el grupo de danza azteca, Otom Tekutli, de San Francisco
Xochicuautla, del municipio de Lerma, es uno de los grupos que mantienen viva
la tradición heredada en cada presentación que realizan y que el Gobierno del
Estado de México, a través del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de
los Pueblos Indígenas del Estado de México (CEDIPIEM), impulsa para la
revalorización de esta expresión milenaria.
Para su fundador,
Botzanga o “lagartija prieta” como quiere que lo llamen, la tradición de
expresar a través del cuerpo su encuentro con el pasado es parte fundamental de
su reencuentro permanente con sus ancestros, con aquello que le fue cedido y
que hoy forma parte de su vida cotidiana.
Lo que hacían nuestros
antepasados se llama mitotia, que es hacer con el cuerpo, lo que uno expresa
con el cuerpo, de tal manera que nos tenemos que llamar mitotianis, no
danzantes, explica mientras se prepara para participar en un nuevo ritual.
Algunos llevan el
“xicolli” o chaleco adornado con grecas, y un chimalli o escudo símbolo del sol
y de la guerra espiritual de la danza.
En la zona arqueológica
de Huamango, en Acambay, Botzanga menciona que “en todo nuestro continente los
pueblos originarios se conectan a la tierra para poder estar sanos. Cada vez
que tenemos la oportunidad de hacerlo, lo hacemos con mucho gusto porque
sabemos que vamos al encuentro de ese pasado glorioso”.
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