- De la Ciudad de México al Metropolitan Opera, un viaje de esfuerzo, pasión y arte.
Internacionales
El Escarlata
Nueva York, EU.- 04 de Abril del 2025.- “No hay nada mejor que vivir de lo que te apasiona”, dice Paula Álvarez, una de las bailarinas mexicanas más prometedoras en el escenario internacional, quien hoy, al cumplir su sueño de ser parte del Metropolitan Opera en Lincoln Center por tres temporadas, y con la vista puesta en una cuarta en otoño de 2025, su pasión por la danza sigue siendo la fuerza que la impulsa.
Paula, quien a lo
largo de los años ha forjado su camino con esfuerzo y dedicación, se describe a
sí misma como una mujer resiliente porque, a pesar de las dificultades como la
pandemia, que suspendió las presentaciones y la enseñanza presencial, Paula
encontró la manera de continuar. “Renací cuando volví a pisar un escenario tras
la pandemia. Fue como recuperar una parte de mí misma, como estar completa
nuevamente. La danza es mi escape, mi manera de estar en paz”.
Con ese renovado
espíritu, Paula debutó en diciembre de 2024 como el Hada de Azúcar en El
Cascanueces, en Franklin, Massachusetts, todo un hito personal que marcó un
nuevo capítulo en su carrera. Ahora, a punto de embarcarse en una nueva
temporada de El Cascanueces, la bailarina mexicana sigue elevando su arte hacia
nuevos horizontes. “Mi objetivo siempre ha sido ser la mejor versión de mí
misma. Y aunque ya he tenido grandes oportunidades, siempre quiero más, seguir
creciendo, seguir aprendiendo”, comenta.
Así, su dedicación
como educadora ha sido igualmente importante en su camino artístico, formando
una nueva generación de bailarines que, tal vez algún día, seguirán sus pasos.
El sueño de Paula
Álvarez, además de continuar su desarrollo dentro del Metropolitan Opera, también
incluye seguir trabajando con compañías dentro de Nueva York, y continuar
creciendo como bailarina en el mundo de la ópera.
A punto de
emprender una cuarta temporada en el Metropolitan Opera en el otoño del 2025,
la historia de Paula Álvarez es la historia de una joven que, sin rendirse
nunca, ha sabido forjarse un camino lleno de logros y nuevas expectativas. Hoy,
esta bailarina mexicana continúa demostrando que el arte no solo se lleva en el
cuerpo, sino en el alma, y que el esfuerzo, la pasión y el trabajo constante
son los pilares que sostienen sus sueños.
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