- Debemos ser claros: el objetivo del Movimiento Antorchista es combatir la pobreza de los mexicanos, por eso debemos construir una organización nacional que guíe y se enfrente al monstruo de la pobreza a través de los actuales instrumentos democráticos y de lucha: Maricela Serrano Hernández.
Ixtapaluca, Edoméx.- 29 de junio del
2016- Una
de las realidades más grandes que vivimos el pasado 19 de junio, en la magna
concentración que realizamos en la col. El Pilar, es que no nos reunimos una
masa de gente, sino que nos reunimos un núcleo de personas, con rostro
concreto, con necesidades concretas, con ideales y sueños a los que no pensamos
renunciar. Nos reunimos, nos saludamos, nos estrechamos las manos y mostramos
que existe la opción de que juntos y organizados podemos luchar por una nueva
forma de vida que sea más equitativa, especialmente para los más pobres de
nuestra nación.
Lo
más grandioso de estos 30 años en Ixtapaluca es haber formado un Movimiento
organizado con principios, con el objetivo de luchar contra la pobreza y su
concreción en el cambio del entorno social. Tres de estos principios son
fundamentales: unión, fraternidad y lucha. Los cuales no son un slogan, los asumimos
como principios vitales que hunden sus raíces en la nobleza misma de las
personas, y se expresan en la participación solidaria de acompañar a otros que
necesitan del hombro del hermano para continuar su caminar con la esperanza de
construir un mundo mejor.
Por
eso, el Movimiento Antorchista nos ha enseñado que no somos los únicos que
sufrimos; hay otros hermanos y hermanas en el espacio nacional que requieren de
nosotros, y que la lucha por crear ese mundo más equitativo se logra trenzando
la hermandad en una comunión que suma y aporta la fuerza de cada rostro humano
que decide participar con su talento en beneficio de la colectividad, y
renuncia a su bien-estar individual y egoísta, a la indiferencia asesina que
crea una comodidad ficticia y efímera, y corrompe la sensibilidad humana que
deja de ver al hermano pobre y desamparado, sin los medios necesarios para
llevar una vida digna.
Debemos
ser claros: el objetivo del Movimiento Antorchista es combatir la pobreza de
los mexicanos, por eso debemos construir una organización nacional que guíe y
se enfrente al monstruo de la pobreza a través de los actuales instrumentos
democráticos y de lucha, y así lograr que el pueblo gobierne esta patria
nuestra y la transforme para lograr el equilibrio que requiere nuestra
sociedad. Por tanto, el objetivo es acabar con la pobreza a través de la toma
del poder político para construir el bienestar social y gocemos de una justa
distribución de los bienes, a la que todos los mexicanos tenemos derecho.
Los
que nos reunimos en la magna concentración del pasado 19 de junio, somos
testigos de que en Antorcha nadie ha incitado a nadie a la violencia, a la
desobediencia civil, a la anarquía o a la toma arbitraria de terrenos; no, esos
no son los métodos que utiliza el Movimiento Antorchista, quien desde su
nacimiento ha tenido como objetivo organizar al pueblo para que de manera
pacífica utilice los instrumentos democráticos que existen en nuestro país y
los ponga al servicio de las mayorías. Es decir, para que a través del voto
consciente, valorado y unido a los demás que pertenecen a su clase, forme un
bloque que beneficie a las mayorías, y que no lo venda en las coyunturas
políticas porque con ello pierden el derecho a exigir mejores condiciones de
vida.
Antorcha
le apuesta a organizar a la gente, a sensibilizarla, a que tome consciencia de
la realidad propia y ajena, y para ayudarla a entrar en un movimiento de
transformación personal y social para que en unidad vayamos hacia una misma
dirección, dicho metafóricamente, se trata de empujar, todos juntos, la carreta
del lodo de donde está estancada.
Por
eso nuestro voto debe ser meditado, estudiado, discernido, para que nos permita
ir en bloque y tomar como pueblo la mejor opción, es decir, para elegir a una
persona que jamás pierda de vista que debe servir al pueblo y a sus intereses,
que en última instancia es la trasformación de la estructura social que
beneficie al colectivo. Para mostrar que esto es posible basta un botón: los
gobiernos municipales de Chimalhuacán e Ixtapaluca que han surgido de las filas
antorchistas en el Estado de México, han dado muestras de gobernar para el
pueblo y con el pueblo, pues como dijo un grande, por sus obras los conocerán.
En estos municipios existe obra en todos los ámbitos: hay obra educativa,
existe lugares para la cultura en todas sus expresiones, lugares de
esparcimiento deportivo, además de la inversión en obras de seguridad pública e
infraestructura de todo tipo.
Porque
somos consecuentes con el Movimiento Antorchista y sus objetivos, somos
conscientes que no se trata sólo de cambiar algunos municipios del país, se
trata de hacer justicia social, distribución equitativa en todo el país, pues,
a decir del economista Boltvinik Kalinka, en su libro Evolución de la pobreza y
la estratificación social en México 2012-2014, la pobreza por ingreso en México
alcanzó a más de cien millones de personas al cierre de 2014, lo que equivale a
84.3% de la población de nuestro país. En otras palabras, la gran mayoría de
los mexicanos vive al día, no tiene trabajo y/o no tiene donde vivir.
Con
esto sostenemos que la política económica neoliberal no está orientada a
resolver la pobreza ni los grandes problemas que afectan a nuestra nación; se
rige únicamente por el paradigma tecnocrático y utilitarista de la máxima
producción pues de lo que se trata es de obtener la mayor ganancia, sin
importar los problemas que enfrenta la gente.
Entonces,
lo que proponemos es aplicar una política económica que haga el equilibrio, no
que busque la igualdad sino la distribución equitativa de la riqueza, que haga
que los pobres vivan como verdaderos seres humanos y desarrollen a plenitud sus
potencialidades; que todos disfrutemos del desarrollo científico, tecnológico y
cultural que hemos adquirido como humanidad; no se trata del disfrute hedonista
y utilitarista con el que nos ha enviciado un sistema económico basado en el
consumo de toda la basura que produce, se trata del disfrute que un hombre o
una mujer deben lograr para el desarrollo integral de sus talentos, para luego
ponerlos al servicio de los demás.
Por
ello, la magna concentración del 19 de junio ha sido sin igual, porque en ella
no sólo disfrutamos de la reflexión conducida por nuestro secretario general y
líder del Movimiento Antorchista Nacional, ingeniero Aquiles Córdova Morán,
sino que compartimos la cultura a través del canto y del baile, nos
reencontramos como personas en nuestras individualidad única e irrepetible, y
hemos hecho el pacto de caminar juntos hasta la consecución de nuestros
objetivos. Nos comprometimos a crecer como organización, sumando a otro vecino,
amigo, otro pobre que sueñe y luche por hacer valer su dignidad y con ello, se
sume a la construcción de un mundo mejor.
Por
último les digo a nuestros amigos que nos han favorecido con su compañía: mil
gracias por haber estado con nosotros, los invito a sumarse de manera integral
a la transformación generada y dinamizada por el Movimiento Antorchista. A
todos mis estimados compañeros de organización: gracias por su entrega,
dedicación y constancia; recuerden que seguiremos juntos como un solo hombre,
con un solo ideal, en la fraternidad, la unidad y lucha para seguir formando
este gran proyecto con sentido humano.
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