- Alfonso Sandoval Álvarez, Director de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, destacó que el Carnaval de Chimalhuacán por cientos de años ha velado por cuidar la pureza de la técnica y la perfección del trabajo en cada prenda que realizan para esta festividad.
Fabiola Islas/El Escarlata
Chimalhuacán,
Edoméx.- 25 de febrero de 2018- Conservar
y fortalecer las tradiciones que forman parte de las raíces de cada localidad, es
algo que identifica a los mexicanos, y por supuesto a los mexiquenses, el
Carnaval de Chimalhuacán es una de las muestras del arraigo de uno de los más
emblemáticos festivales de la entidad, y uno de los de más larga duración en el
mundo, al festejarse durante casi tres meses.
Este
año, esta demarcación espera recibir a más de medio millón de visitantes, en su
edición 116 del “Carnaval sin Fronteras 2018”, que recorrerá los pueblos,
barrios y colonias de Chimalhuacán, contando con la participación de 56
comparsas de adultos, 15 grupos infantiles y 36 andancias, agrupadas en 11
bloques con más de 25 carros alegóricos amenizados por 13 orquestas musicales.
Esta
festividad se arraigó en el país con el arribo de Maximiliano de Habsburgo y su
esposa, la emperatriz Carlota, en 1864, y comenzó a llevarse a cabo como un
acto de protesta por los excesos de la clase alta. Posteriormente, fue adoptada
como tradición popular en este municipio, y a lo largo de los años se mezcló
con una danza original conocida como los Huehuenches.
Los
danzantes visten trajes de charros tejidos con hilos de oro, plata y pedrería
fina, que se importan de Francia y Taiwán, cuyo costo puede variar desde los 60
mil hasta los 120 mil pesos, según el bordado, explicó Jesús Buendía Hernández,
quien heredó la confección de trajes de carnaval desde 1972.
Buendía
Hernández recuerda que fue su compadre quien le compartió el secreto para
confeccionar diseños, los cuales representan historias de México, animales y
también paisajes. Cada traje, -detalló- tiene un peso de aproximadamente 14
kilos, que se complementa con chaleco, carrillera, sombrero y botas, pero
algunos atuendos se fabrican con hilo de fantasía, lo que disminuye el costo,
que va de entre 15 y 18 mil pesos.
En
esta celebración no pueden faltar las máscaras alusivas a Maximiliano, con
barbas rubias elaboradas con pelo de cola de caballo; aunque en la actualidad
ya se fabrican de varios colores, según el gusto del cliente.
Son
las máscaras de cera elaboradas desde 1926 por la familia Valverde, las que se
distinguen por su alta calidad, y fueron sus integrantes los primeros en
confeccionarlas, por lo que tienen
patentada su creación.
Este
arte ha pasado de generación en generación, bajo el secreto familiar, platica
Adalberto Valverde, quien muestra con orgullo una máscara que data de 1928 y que fue confeccionada por
su abuelo paterno. “A nuestro taller no se permite la entrada de mujeres ni
hombres que no sean de la familia, porque pueden falsear la forma de crearlas”,
expresó.
Señaló
que también fabrican máscaras de cartón para niños y niñas, pintadas de
diferentes colores, con la finalidad de transmitirles la tradición que se lleva
a cabo en el municipio de Chimalhuacán.
Alfonso
Sandoval Álvarez, Director de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura,
destacó que el Carnaval de Chimalhuacán por cientos de años ha velado por
cuidar la pureza de la técnica y la perfección del trabajo en cada prenda que
realizan para esta festividad.
Indicó
que esta tradición es una de las de
mayor arraigo en la entidad, por lo que debe ser preservada, estudiada y
fortalecida, ya que brinda trabajo a los artesanos de la localidad, como lo son
utileros, músicos, confeccionadores de trajes y sombreros de charro y
mascareros, entre otros, acción que fortalece la economía del municipio.
Durante
los tres meses que dura el carnaval, señala Alfonso Sandoval, sus habitantes,
como buenos anfitriones, reciben a los
visitantes en un ambiente festivo, hospitalario, para que la convivencia se
lleve en paz y se conserve esta tradición.
“Todas
las comparsas que participan contienden para ser la mejor, procuran el orden,
la sana convivencia y hacen del carnaval una institución social que libera
sentimientos de fiesta, en comunión pagana, que se traduce en torrente festivo
que cautiva al visitante”, refirió.
El
“Carnaval sin Fronteras 2018” inició el 20 de enero y concluye el 16 de abril,
en el cual se realizarán 189 eventos en nueve barrios de la demarcación: San
Agustín, San Lorenzo, Xochiaca, Xochitenco, San Juan, San Pablo, San Pedro,
Santa María Nativitas y la cabecera Municipal.
Chimalhuacán
también ofrece otros atractivos para los visitantes a este carnaval, como la
Iglesia de Santo Domingo, construida en el siglo XVI, el Palacio Municipal que
data del siglo XVII y las artesanías de
tallado en piedra.
De
igual forma, están las zonas arqueológicas de Tepalcates donde se encuentran
ofrendas, entierros, esculturas en piedra verde, cerámica, tepalcates, vasijas,
sahumadores, recursos acuáticos, restos del sistema de ingeniería hidráulica
azteca que regulaba los niveles de agua en toda la zona lacustre, y Pochotes,
que representa la identidad de los habitantes del municipio y aún guarda en sus
entrañas vestigios de un pasado remoto.
Si
quieres saber más acerca de las actividades del “Carnaval sin Fronteras 2018”,
visita su página en Facebook CarnavaldeChimalhuacanOficial y en Twitter
@CarnavaldeChimalhuacanOficial y en el sitio web del municipio
www.chimalhuaca.gob.mx
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