- La Clínica de Fertilidad ofrece tratamientos que incluyen medicamentos, análisis de laboratorio, atención psicológica y de nutrición, servicios de ultrasonido y quirófano.
Reporte/Escarlata
Toluca, Estado de México, 11 de febrero de 2019. A principios de 2007 Érika
Espinoza Díaz y Octavio Varas Fuentes se casaron en San Juan Tilapa, una
comunidad de 10 mil habitantes al sur del Valle de Toluca. Como toda familia,
soñaban con tener hijos, sin embargo, tras varios intentos, no lograban
concebir y al paso de los años sospecharon que podría ser por alguna
enfermedad.
A mediados de 2014 acudieron a una clínica privada
especializada en la Ciudad de México, para recibir atención, donde les
confirmaron que tenían problemas de infertilidad, padecimiento originado por
diversos factores, que afectan a cerca del 15 por ciento de la población en
edad reproductiva.
La pareja no dudó en someterse a un primer
tratamiento, el cual incluyó medicación, análisis de laboratorio, así como
desgaste físico, económico y emocional, pues los resultados fueron negativos.
No es extraño que este tipo de tratamientos sean de
largo proceso; la esterilidad tiene su origen en las alteraciones hormonales,
infecciones de transmisión sexual, obesidad, vida sedentaria, estrés o
afectación en la tiroides, glándula que regula el metabolismo.
Con poco ánimo para iniciar un segundo intento,
familiares y amigos les animaron a no desistir. Al paso de los meses se
enteraron de los servicios que ofrece la Clínica de Fertilidad “Biología de la
Reproducción”, ubicada en el Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini
Sáenz”, de la Secretaría de Salud del Estado de México y decidieron
acudir.
“Aquí en la Clínica la mayoría de los casos que
atendemos son por trastornos metabólicos, que implicarían desórdenes de
insulina, desórdenes en glucosa y trastornos relacionados con la edad materna.
En cuestiones de infertilidad es muy importante la edad materna porque
condiciona un buen pronóstico o un mal pronóstico”, comentó Gustavo Cruz
Alarcón, Especialista en Biología de la reproducción de la Clínica de
Fertilidad.
“Lo que siempre le decimos a las parejas,
independientemente del diagnóstico, es que llevar una vida saludable mejora
mucho los pronósticos. Pacientes, por ejemplo, con sobrepeso, con obesidad,
está comprobado, sí disminuye el porcentaje de peso, aumentan las posibilidades
de ovulación y aumentan las posibilidades de embarazo. Una vez que se corrigen
las causas de infertilidad ya se busca la técnica de reproducción que también
requiere de ciertos medicamentos muy especializados”, agregó.
Sin perder la esperanza, la pareja llegó a finales
de 2015 a esta unidad con muchas ilusiones, explicaron su caso y los
especialistas iniciaron el diagnóstico, el nuevo tratamiento incluiría atención
psicológica, de nutrición y una valoración hormonal; el resultado fue otra vez
negativo.
“Nos enteramos que aquí habían inaugurado una
Clínica de Fertilidad, nos inscribimos al programa cubriendo todos los
requisitos que nos habían informado y después iniciamos con un tratamiento,
igualmente nos resultó fallido. Después seguimos con el tratamiento ya nos
dijeron que iba a ser in vitro”, dijo Érika.
Los médicos explicaron que su caso era de suma
complejidad, ella necesariamente tendría que ser sometida a técnicas de
reproducción asistida con el uso de tecnológica avanzada y su embarazo debía
ser mediante Fertilización In Vitro (FIV), un procedimiento de fecundación que
se realiza en laboratorio, a través de la extracción de óvulos que posteriormente
son unidos con los espermatozoides.
Pacientes y médicos optaron por aceptar el reto.
Conscientes de que estos procedimientos son tardados y dependen de la calidad
de los embriones, además de que se enfrentan a tabús como la probable
inconformidad de familiares o amigos, pero afortunadamente tuvieron el apoyo
incondicional.
Gracias al trabajo de químicos y laboratoristas, la
fertilización rindió frutos, se crearon dos embriones y fueron implantados para
aumentar las posibilidades de embarazo.
La pareja tendrían que esperar una última prueba
para asegurarse que el procedimiento había sido todo un éxito, el ultrasonido,
el cual confirmó que serían padres de unos gemelos varones.
“Ahí vieron que los dos embriones que nos habían
puesto se habían logrado y es cuando ya te la crees, ya dices sí es cierto
porque lo estás viendo y es una felicidad compartida tanto a la clínica, a tu
familia, a tus amigos, a tu gente del trabajo, a toda la gente que te acompaña
y que vive este proceso, pues es para todos la felicidad”, detalló Érika
Espinoza.
En la Clínica de Fertilidad concluyó su atención
hasta la semana 12 de gestación, es decir, los primeros tres meses y, de
inmediato fueron canalizados al área materna fetal del mismo hospital, en donde
llevaron todo el seguimiento para determinar si los embriones se desarrollaban
correctamente; les realizaron ultrasonidos estructurales y recomendaron
cuidados especiales.
Para reducir probabilidades de riesgo, los bebés
nacieron al llegar el octavo mes de gestación, a finales del mes de mayo. Uno
de los pequeños pesó dos kilos 50 gramos y midió 47 centímetros, el otro varón
pesó dos kilos 550 gramos y 49 centímetros, ambos con calificación de
evaluación física y mental de 8.9, es decir, en perfectas condiciones de salud.
“Me siento completamente feliz de haber logrado
tener el embarazo con mi esposa, fue un proceso muy difícil puesto que veníamos
de dos intentos fallidos, pero me siento contento. Por qué, porque era lo que
deseábamos los dos, nunca perdimos las esperanzas y gracias a la clínica
tenemos dos niños muy enormes, muy guapos y muy bonitos”, expresó Octavio.
En la Clínica de Fertilidad, que abrió sus
servicios al público el 16 de febrero de 2015, procedimientos como el de esta
pareja se han realizado en 98 ocasiones en el lapso de septiembre de 2017 a
noviembre de 2018.
“Las técnicas de reproducción se dividen en baja
complejidad y alta complejidad, las de baja complejidad son inducción de
ovulación y coito programado o una inseminación intrauterina, eso lo hacemos
aquí mismo en la clínica. Las técnicas de alta complejidad son fertilización in
vitro con transferencia de embriones que también se hacen en esta Clínica”,
refirió el especialista Gustavo Cruz Alarcón.
A 40 años de que en Inglaterra naciera el primer
bebé concebida bajo el procedimiento de Fertilización In Vitro, este tipo de
tecnologías ha evolucionado, pero siguen siendo servicios especializados con
alto costo.
La Clínica de Fertilidad de la Secretaría de Salud
del Estado de México está a la vanguardia en procedimientos de alta complejidad
y es la única unidad médica pública en la entidad en ofrecer gratuitamente este
tipo de atenciones.
Con más de 7 mil 300 servicios realizados de
septiembre de 2017 a noviembre de 2018, el equipo médico y directivo, refrenda
su compromiso por brindar un trato digno y entregar totalmente su
profesionalidad para poder cumplir más sueños a parejas mexiquenses que no han
logrado concebir.
“La Clínica te ofrece todos los servicios que
puedes encontrar en una clínica particular, aquí es a un costo muy bajo y el
servicio es muy bueno, desde que llegas, la atención, las enfermeras, los
doctores, los químicos, o sea es una gente en la que sí puedes confiar y le
tienes que dar la seguridad de que lo que están haciendo, lo están haciendo
bien”, recomendó Érika, quien junto con su esposo Octavio lograron su sueño de
ser padres.
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