- Este municipio fue sede dada la riqueza arqueológica y cultural con que se cuenta; además se realizaron danzas ancestrales, cantos y ofrecieron alimentos prehispánicos.
Reporte/Escarlata
Ixtapaluca, Edoméx.- 15 de marzo del
2019- Por
primera vez Ixtapaluca fue sede para celebrar el inicio del Año Nuevo Mexicano
o Año Nuevo Mexica en la zona arqueológica de Tlalpizáhuac, misma que eligió el
gobierno del Estado de México en coordinación con el Instituto Mexiquense de
Cultura e impulsada por la subdirección de Cultura de esta demarcación.
El
inicio de este nuevo año hace referencia a la cultura mexica, que está
registrado en el ciclo agrícola es decir un ciclo que inicia el 12 de marzo
como una estación y cada una estaba considerada por 4 trecenas de días que son
52 días que corresponden a un fuego nuevo.
En
la cosmogonía mexicana quiere decir la cuenta de los días registrada con
respecto al movimiento del sol y de los astros, que está representada en la
piedra de sol, mejor conocido como calendario azteca.
La
zona arqueológica de Tlalpizáhuac fue elegida porque es un importante
patrimonio cultural de del Estado de México y del municipio, ya que los
vestigios arqueológicos encontrados en esta zona salieron a la luz durante las
excavaciones realizadas en el ex Rancho San José Chalco en 1987, además se
encontraron restos de construcciones antiguas como el temazcal partero, y
materiales arqueológicos como cerámica, lítica, concha, huesos, así como
entierros.
En
representación de la presidenta municipal, Maricela Serrano Hernández, el
secretario del Ayuntamiento, Armando Ramírez García, recibió el Bastón de
Mando, que le entregó la jefa de la danza y las sahumadoras, con la finalidad
es expresar respeto, y cada listón o piedra preciosa amarrada al bastón expresa
su jerarquía.
El
secretario expresó que es importante que en Ixtapaluca haya este tipo de
eventos culturales, porque es un municipio con mucha historia ancestral y con
representativas zonas arqueológicas como las pirámides de Acozac y Tlapacoya.
Resaltó
que estos actos enriquecen el conocimiento de los asistentes y hacen que se tenga
otra perspectiva sobre las culturas mesoamericanas y más cuando se cuenta con
un legado patrimonial, que en ciertos casos se han reconocido ante el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Para
dar la bienvenida a este nuevo año hubo danzas ancestrales, cantos en náhuatl,
comida y bebidas como agua miel, pulque, agua con chocolate y platillos a base
de amaranto, nopal y maíz.
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