- Preside Secretario General de Gobierno, Alejandro Ozuna Rivero, los trabajos de la CVII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que tuvo sede en el Estado de México.
Reporte/Escarlata
Cuautitlán
Izcalli, Edoméx.- 3 de mayo del 2019- Tras señalar que desde la actual administración
estatal se ha acuñado el concepto de responsabilidad compartida, a fin de
englobar en este llamado a todas las fuerzas políticas, los partidos, los
gremios, asociaciones civiles y religiosas para asumir la construcción de
acuerdos y de un patrimonio común, el Secretario General de Gobierno, Alejandro
Ozuna Rivero, encabezó los trabajos de la CVII Asamblea Plenaria de la
Conferencia del Episcopado Mexicano.
En representación del
Gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, el funcionario
mexiquense coincidió con los integrantes del Episcopado Mexicano en que la
construcción de un futuro en común precisa del concurso de todos los actores de
la sociedad para establecer acciones conjuntas a favor de la paz y del
crecimiento armónico de niñas, niños y jóvenes, de la consolidación de familias
fuertes, de mujeres que vivan libres de violencia y de disminuir las
desigualdades.
“El Gobernador Alfredo
Del Mazo comparte sus inquietudes, coincide en el diagnóstico que ustedes han
elaborado acerca de nuestra realidad, y en consecuencia, encamina las acciones
de su gobierno hacia la construcción de una sociedad en la que la paz, la
solidaridad, el fortalecimiento de la familia y el combate a las desigualdades,
sean la constante”, sostuvo Ozuna Rivero ante Monseñor Rogelio Cabrera López,
Presidente del Episcopado Mexicano y Arzobispo de Monterrey, y Monseñor Franco
Coppola, Nuncio Apostólico en México.
En este sentido, señaló
que hoy el Gobierno requiere de la colaboración, la voz, el respaldo y la
acción enérgica de la sociedad civil, del sector privado y de instituciones
sólidas, como las que el Episcopado representa para transformar positivamente
nuestra realidad.
Asimismo, señaló que es
igual de importante combatir la pobreza, ampliar la cobertura educativa y de
salud, impulsar el empleo o el desarrollo económico, que salvaguardar, proteger
y garantizar el florecimiento de las capacidades de cada individuo, no sólo en
el ámbito material.
“El escenario que
permite cristalizar este objetivo, es el que se construye a través de la paz,
fin principal del Estado en lo general, y de todo individuo, en lo particular”,
dijo.
Al respecto, consideró
que los gobiernos deben ser los primeros promotores de la paz y tranquilidad,
para lo cual no se requiere de grandes inversiones o complicados análisis,
“porque la construcción de la paz inicia con el ejercicio responsable de la
palabra, con la emisión de mensajes veraces y constructivos”.
Por ello, enfatizó que
ante el inédito escenario político que vive el país, donde una nueva
correlación de fuerzas obliga a la construcción de nuevos escenarios de
diálogo, el Gobernador Del Mazo ha evitado con plena convicción el discurso de
la confrontación, del reclamo, de la oposición por sistema y de la
polarización.
“El Gobierno del Estado
de México trabaja bajo la premisa de que el cambio que los ciudadanos
mandataron en las urnas, demanda también, un cambio en el discurso y en la
acción del gobernante, en el que la congruencia debe imperar”, precisó.
En estos trabajos
participaron los integrantes del Consejo de Presidencia de la Conferencia del
Episcopado Mexicano, integrantes del Cuerpo Colegiado de Obispos que sirven a
la nación mexicana, así como obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que
participaron en esta Asamblea.
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