- Realiza ISSEMyM trasplantes de riñón que amplían la esperanza de vida de joven y ama de casa.
Reporte/Escarlata
Toluca,
Edoméx.- 28 de febrero del 2019- Juana González Cruz, de 41 años de edad,
trabajadora de limpieza, y Víctor Ansástegui Rosas, de 29 años de edad, encargado
de un cibercafé, se sumaron a la lista de derechohabientes del ISSEMyM que han
podido renacer gracias a los trasplantes de riñón que se realizan en la
institución.
No es exagerado
calificarlo de esa forma, pues Víctor, del poblado de Santiago Tlacotepec, en
Toluca, llegó al ISSEMyM para su operación sin poder caminar, desgastado tras
seis años de diálisis peritoneal, aparentando la edad de un hombre de 50 años,
según comentan las enfermeras a su cuidado. Ahora se siente recuperado y con
ganas de andar en bicicleta, una de sus viejas pasiones.
Por su parte, Juana
Hernández González, oriunda de San José del Rincón, también tiene un futuro
promisorio, luego de tres años de hemodiálisis, agradece a Dios, a los médicos
y a las enfermeras que la ayudaron a volver a tener una vida más normal, pues
para ella representaba un verdadero viacrucis tener que cumplir, en su
situación, con su actividad laboral, las faenas de su casa y las visitas
frecuentes al hospital para recibir sus tratamientos.
“Son enfermos renales
crónicos que cada uno tiene, han tenido, su tratamiento sustitutivo: Juana ha
recibido hemodiálisis y Víctor está en diálisis peritoneal desde hace mucho
tiempo y gracias a los cuidados que se les da por parte del Servicio de
Nefrología y el apoyo de tratamiento sustitutivo por parte del Instituto,
lograron mantenerse en lista de espera hasta ser trasplantados”, explicó el
Doctor Vicente Cardona Infante, encargado de la Unidad de Trasplantes del
Centro Médico ISSEMyM.
La oportunidad que tuvieron
Juana y Víctor de conseguir un órgano que les permitiera ser trasplantados y
ampliar su esperanza de vida no siempre llega a las personas que padecen
insuficiencia renal, toda vez que el número de órganos disponibles, tanto de
personas vivas o fallecidas, es limitado.
Ellos son de los
afortunados que un día recibieron la anhelada noticia de que fue encontrado un
donador compatible.
“Fue el viernes 30 de
noviembre de 2018. Me llamaron por teléfono aquí de la clínica, para hacer mis
estudios, todo en general, para el otro día, a las dos de la tarde, para el
trasplante.
Salí bien,
perfectamente; entré el viernes y me operaron el mismo viernes me operaron y ya
al otro día salí a las 12 del día, de volada”, comentó Víctor.
La señora Juana también
relató cómo vivió el proceso que culminó con la grata noticia, pues “sí era
complicado por venir a cada rato, tres veces a la semana, al hospital y tener
que llegar allá a hacer igual lo de la casa y todo eso; ahorita pues ya me
siento diferente.
“Esperé como cinco
años, pero hace un año igual me iban a trasplantar, pero pues me puse mal,
igual me llamaron pero no, porque me enfermé de otra cosa y ya no se pudo, y
entonces hasta ahorita que apenas fue”.
Ella nunca perdió la
esperanza ni la fe de poder ser trasplantada porque “siempre he confiado en
Dios y siempre esperé lo que él decidiera para mí y pues me dio este regalo y
se lo agradezco mucho a Dios”.
En ambos casos, los
riñones trasplantados proceden de personas fallecidas, situación que continúa
siendo más común que obtener órganos de donantes en vida, a causa de factores
muy diversos, fundamentalmente de índole cultural y religioso.
“Sin donante no hay
trasplante. El mensaje a la ciudadanía sería que investigue, que se documente
al respecto y que cuando tengan la posibilidad y alguien se acerque y les diga
que aunque su familiar haya fallecido, tienen la posibilidad de que éste
trascienda donando.
“Creo que es lo mejor
que le pueden hacer, porque pues finalmente los órganos, ya una vez disponiendo
de ellos, enterrándolos, cremándolos, ya no van a funcionar; sin embargo,
teniendo la oportunidad de donar, van a prolongar y a dar vida a otras personas
que lo requieren, y yo creo que es el mejor acto de solidaridad que podemos, y
de amor, que podríamos dar nosotros en vida”, comentó el Doctor Vicente
Cardona.
Si bien falta mucho por
avanzar para generar una verdadera cultura de trasplantes, las operaciones de
trasplantes de riñón son cada vez más frecuentes, particularmente en el
ISSEMyM, que es Institución pionera en este campo.
“Llevo 22 años
trabajando en esta área, ya como especialista, y todavía no dejo de
sorprenderme cuando hacemos una cirugía e implantamos nuevamente el riñón que
quitamos de otra persona, que estuvo un periodo fuera de su circulación, y lo
venimos a implantar en otra persona, y vemos como ésta se llena de vitalidad y
empieza a funcionar, yo creo que es una satisfacción muy importante en lo
personal”, finalizó el encargado de la Unidad de Trasplantes del Centro Médico
ISSEMyM.
0 comentarios:
Publicar un comentario