- La señora Guadalupe Armenta presentaba fracturas desde la cuarta hasta la octava costilla, sangrado interno y dolor inmovilizante tras sufrir una caída.
Toluca,
Edoméx.- 18 de marzo del 2019- Especialistas
del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM)
practicaron novedosa técnica de cirugía torácica, gracias a la cual Guadalupe
Armenta Villegas, de 81 años de edad, pensionista, madre de tres hijas y abuela
de siete nietos, tuvo una segunda oportunidad de vida.
El
Jefe del Departamento de Neumología y Cirugía de Tórax del Centro Médico Toluca,
Miguel Martínez Arias, explicó que la señora Lupita llegó a Urgencias de este
hospital con cinco costillas rotas, de la cuarta a la octava, y un sangrado
interno que ponía en peligro su vida, por lo que optaron por intervenirla
quirúrgicamente con la técnica Martínez Arias Rib Fixation (MARF).
“Ésta
es una técnica innovadora, la creamos aquí en ISSEMyM, y a través de programas
de capacitación la hemos llevado a diferentes estados de la República e incluso
a Europa”, comentó el galeno.
Al
respecto, Guadalupe Armenta relató que “no sé ni cómo pasó, me caí de mi cama,
recuerdo que estaba medio dormida y cuando vi ya estaba en el piso. Batallé
mucho para poder levantarme, pero fue tanto el dolor que no lo pude hacer, mi
yerno y mi nieto llegaron a casa y escucharon mis quejas y me llevaron al
ISSEMyM”.
Los
médicos le realizaron a la paciente un estudio en tercera dimensión con una
reconstrucción de la pared torácica, que permite evaluar el sitio específico
donde están las fracturas.
“Fue
un caso muy complejo, ya que por la edad existe un deterioro generalizado de
estructuras, de la función cardiaca, respiratoria y la respuesta al estrés es
diferente y por lo tanto representaba un gran reto”, afirmó Martínez Arias.
Agregó
que el procedimiento empleado para fijar los arcos costales se realiza
combinando estrategias de anestesiología y habilidades quirúrgicas, para que a
través de pequeñas incisiones de entre dos y tres centímetros, los médicos
puedan maniobrar al interior de la cavidad torácica y lograr la fijación de la
estructura ósea.
El
galeno explicó que los pacientes operados con esta técnica tardan un máximo de
48 horas en su recuperación y aunque éste era un caso delicado, al día
siguiente la señora Guadalupe ya tenía movilidad en los miembros superiores y
sólo se quedó unos días en observación. Actualmente ella está totalmente
reactivada en su vida cotidiana.
“La
evolución de ella fue formidable, a sus 81 años al día siguiente ya se
encontraba en una rehabilitación total, esto quiere decir que se sentó en el
reposet, estuvo caminando, volvía a levantar los brazos, cuestiones que antes
de acudir con nosotros no podía realizar por el dolor y por la restricción que
tenía en la pared torácica. Ella fue dada de alta mucho más temprano que otros
pacientes que normalmente tienden a operarse con heridas mayores o con
procedimiento de anestesia general de otro tipo; en un mes, aproximadamente,
regresó a su vida cotidiana”, relató el Dr. Martínez Arias.
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