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México está de luto con la pérdida irreparable de Carlos Fuentes

  • Fuentes es una de las figuras irremplazables en la escena cultural, social y política del país.
México, D.F. – 16 de Mayo- El escritor Carlos Fuentes falleció ayer a los 83 años, polemista y la voz de la conciencia crítica del país, fue el novelista más importante de México en el siglo XX, cuya obra es el mural donde nuestra historia queda plasmada con sus desesperanzas, ilusiones, aciertos y desaciertos, pero sobre todo con la ruta de buscar caminos para una mejor nación con la crítica como motor esencial.

Carlos Fuentes es uno de los más brillantes autores de las letras hispanas, en su vida logró hacerse merecedor de múltiples galardones entre los que figuran los Premios Cervantes (1987), Príncipe de Asturias (1994) o el de la Real Academia Española (2004). Apenas el lunes pasado, recibía el que sería su último reconocimiento: el Honoris Causa por la Universidad de las Islas Baleares de España. 
Recientemente  había regresado a México de un largo viaje por Estados Unidos, Brasil, Buenos Aires y Chile. Pero ayer, a las 12:15 horas, fallecía de manera imprevista a causa de una hemorragia masiva en el tubo digestivo en el Hospital Ángeles al sur de la ciudad de México. El médico internista Arturo Ballesteros, quien atendió a Fuentes, dijo que a las 05:00 horas el escritor se bañaba cuando tuvo un vómito y se desmayó. Su esposa, Silvia Lemus, se dio cuenta del estado de su esposo y llamó para que lo atendiéramos.
“Desgraciadamente cuando llegamos a su hogar, Don Carlos ya estaba en shock. Por lo que lo trasladamos al Hospital Ángeles, pero las labores para rehabilitarlo, no sirvieron”. Sobre las causas del deceso, Arturo Ballesteros indica que la hemorragia masiva es posible  por la ingesta de una aspirina o una úlcera.
Su repentina ausencia es sensible, pero deja un vasto legado de más de 20 novelas  entre las que destacan: La región más transparente (1958); Las buenas conciencias (1959); La muerte de Artemio Cruz (1962); Aura (1962); Cantar de ciegos (1964); Zona Sagrada (1967); Cumpleaños (1969); La cabeza de la hidra (1978); Agua Quemada. Cuarteto Narrativo (1983) y Gringo Viejo (1985); Cristóbal Nonato (1987); La Campaña (1990); La Frontera de Cristal. Una novela en nueve cuentos (1995); Los años con Laura Díaz (1999); Instinto de Inez (2001); La Silla del Águila (2003); Todas las familias felices (2006); La voluntad y la fortuna (2008) y Adán en Edén (2009), entre otras.
También fue ensayista, cuentista,  guionista, dramaturgo y escribió una ópera: Santa Anna. Además, defensor del idioma español y en 1975  fue embajador de México en Francia, cargo al que renunció en 1977 en protesta contra el nombramiento del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz como primer embajador de México en España.
Por esto, Fuentes es una de las figuras irremplazables en la escena cultural, social y política del país. Su ausencia definitiva y repentina, es como dijo Álvaro Mutis: “Una catástrofe muy grande”. Su cuerpo fue velado de manera privada en su casa en San Jerónimo.
El comité organizador de la Feria del Libro de Guadalajara  externó su pesar por el deceso de Carlos Fuentes: “Compartimos el profundo dolor de México y de la señora Silvia Lemus por la muerte de Carlos Fuentes. Que sus palabras vivan por siempre”. Cabe mencionar que Fuentes era uno de los personajes que cada año engalanaba las ediciones del encuentro editorial.
La editorial Alfaguara indicó que dejó dos libros listos para su publicación: uno titulado “Personas”, un ensayo sobre los 20 personajes que más le influyeron durante su vida y será publicado en junio. El otro es su novela “Federico en su balcón”, un diálogo con Friedrich Nietzsche y el cual iba a presentar en noviembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
La muerte de Fuentes es la pérdida de un gran mexicano,  un personaje emblemático para la nación, una persona muy influyente en todos los ámbitos, no sólo en lo literario sino en el político. Sus posturas, como hombre progresista, se hicieron sentir en el país y ese será uno de los ámbitos donde se sentirá su ausencia”.
“Como escritor, dejó novelas fundamentales para la nación, por ejemplo La región más transparente, que es una gran aportación para entendernos. Muchos jóvenes ya lo conocen, pero hay que hablarle a los niños sobre quiénes han sido los personajes destacados de México, entre ellos el nombre de Carlos Fuentes.
Carlos Fuentes estaba destinado a convertirse en un articulador de la literatura y la realidad, sin embargo, al margen de la grandeza de su obra está la enormidad de su persona como intelectual.  Ha sido considerado el gran constructor de la literatura, pues sin él no existirían los puentes ni la arquitectura y el andamiaje que hoy conocemos.
Su trabajo como ensayista en La nueva novela hispanoamericana (1969) y La gran novela latinoamericana (2011), demuestra su constante avidez por seguir aprendiendo, su disciplina fuera de lo común para leer a sus contemporáneos y desde luego su lucidez y capacidad estilística, lingüística y retórica para expresar lo que entiende y ve de la literatura de sus maestros, sus contemporáneos y seguidores.
El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas  para rendir un homenaje de cuerpo presente a un gran ser humano, padre y esposo. Grandioso hombre como pocos,  intelectual y polémico,  que sin duda deja un gran legado al mundo entero. Sus cenizas serán llevadas a Francia, donde descansara al lado de sus hijos, como él lo había pedido en vida. 
Descansé en paz el célebre escritor Carlos Fuentes.
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